¡Buenos días!
Hay tendencias que sorprenden, otras que enamoran… y luego están esas que llegan cargadas de nostalgia. Este verano 2025, prepárate para sentirte como en casa de tu abuela, pero con más estilo que nunca. ¿La culpable? Una técnica de bordado que parecía perdida en el fondo del costurero familiar: el punto de cruz.
Sí, el mismo que decoraba servilletas, cojines, cuadros de cocina… Ahora está de vuelta. Y no es ninguna broma: lo llevaremos en la ropa.
Si queréis saber más sobre esta tendencia, ¡no os perdáis este post!
El punto de cruz es una técnica de bordado muy antigua (se remonta a la Edad Media) que consiste en formar dibujos a base de pequeñas «x» hechas con hilo sobre tela. Tradicionalmente se usaba en textiles de casa, como mantelería o sábanas, y era muy popular entre las abuelas (y bisabuelas) de todo el mundo.
Pero como todo en moda, lo que parecía “pasado de moda” ahora es lo más. Y lo mejor: viene con un giro moderno que mezcla lo artesanal con lo trendy.
Para empezar, en un mundo dominado por lo digital y lo industrial, lo hecho a mano tiene un valor enorme. Todas buscamos prendas únicas, con alma y con historia. El punto de cruz transmite eso: tiempo, dedicación, mimo.
Por otro lado, las generaciones millennial y zeta crecimos entre tardes de verano en casa de los abuelos. Ver esos motivos florales, esos patrones geométricos hechos a mano, nos conecta con un recuerdo cálido y familiar. La moda, en este caso, funciona como una máquina del tiempo emocional.
De la misma manera, las tendencias actuales apuestan por siluetas suaves, detalles delicados y lo vintage reinterpretado. El punto de cruz encaja perfecto con esta estética: aporta un toque artesanal, femenino y retro sin parecer “antiguo”.
Por ejemplo, es una tendencia que ha empezado a colarse en blusas, vestidos vaporosos, bolsos de rafia, e incluso en pantalones y tops veraniegos. ¿El denominador común? Colores suaves, motivos florales, detalles en puños o cuellos que nos transportan en el tiempo pero con cortes actuales.
Si os preguntáis como podéis incorporar el punto de cruz a vuestro armario sin que parezca que habéis salido de un baúl, tranquilas, es más fácil de lo que parece y no hace falta disfrazarse para sumarse a esta tendencia.
Os propongo algunas ideas:
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Blusas con detalle bordado: ideales para combinar con jeans, bermudas o faldas midi. El punto de cruz puede ir en los puños, cuello o como motivo central.
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Vestidos ligeros con bordados florales: perfectos para el verano, especialmente si los lleváis con sandalias sencillas y un capazo.
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Accesorios bordados: si preferís un toque más sutil, os animo a apostar por bolsos, pañuelos o incluso diademas con detalles de punto de cruz.
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DIY: si os gusta esta práctica, podéis recuperarla y convertirla en un parche, una tote bag personalizada o lo que se os ocurra. Además, resulta muy terapéutico e Instagrameable ;-).
Como habéis podido comprobar a través de este post, el punto de cruz vuelve, pero no como lo recordabais. Esta vez es moda con historia, nostalgia con estilo, tradición con actitud.
Fotos: Pinterest.
Así que si veis una blusa que os recuerda al mantel de la abuela, no lo penséis dos veces: estáis frente a una de las tendencias más bonitas y emotivas del verano 2025.
¡A por ello!