¡Buenos días!
Como el lunes se quedaron algunas fotos de la nevada de Madrid en el tintero, hoy vuelvo con el segundo capítulo de la borrasca Filomena a través de las fantásticas instantáneas de Jose Luis Tabueña.
¡Espero que os gusten!
La plaza de Cibeles, uno de los símbolos de la ciudad, estaba irreconocible tras el paso de Filomena.
El reloj de chaflán del Banco de España lucía precioso también cubierto de nieve y, justo hoy ha salido la noticia de que, en 130 años por primera vez, los engranajes del reloj se han congelado y han dejado de funcionar a causa de la nevada.
Como podéis apreciar en las fotografías, las esculturas «Día y Noche» del pintor y premio Velázquez Antonio López mostraban una imagen muy singular con su «pelito blanco» tras el paso de Filomena.
La estatua de Velázquez, situado frente a la puerta principal del Museo del Prado, también presentaba este aspecto tan curioso.
¡Ay si el pintor levantara la cabeza!
Y con esta foto en blanco y negro del Parque del Retiro, que por seguridad lo cerraron pero pudimos apreciarlo desde su verja, me despido hasta la semana que viene.
Por cierto, aunque esta nevada ha sido la mayor que se ha vivido en Madrid desde 1971, según los registros meteorológicos, la que cayó en 1904 fue la mayor de la historia de la capital ya que llegó a acumular más de un metro de espesor en las calles.
¡Espero que os haya gustado este segundo capítulo de los efectos de Filomena!
¡Feliz jueves!
Qué pasada de fotos!! Es alucinante Madrid nevado!
Totalmente Lola!!
Guauuuu que pasada , l imágenes preciosas, pero también las fotos son verdaderamente espectaculares. Muxu
🙂 Me alegro de que te gusten tanto Belén!!